4 de septiembre de 2017

CRÓNICA XLI TROFEO VIRGEN DE LA PEÑA MEMORIAL BENITO CABESTRERO 2017

Terminando con la temporada de clicloturismo rural Master (o eso creo) por este año, nos presentábamos en Calatayud un sábado por la tarde con bastantes ganas de fiesta después de unas semanas sin competir. El tiempo acompañaba, poco aire, muchos más corredores de los esperados (unos 140) y un gran ambiente en la salida tanto de corredores como de público. 

La salida neutralizada fue, nunca mejor dicho, como si no lo fuera, debido a un mal entendido con el coche de dirección de carrera que se destacó del grupo y varios pensamos que se había dado la salida. Incluso algunos intentaron la fuga y fueron frenados. Realmente tampoco supe luego cuando dieron la salida pero desde el inicio, como suele decir Pedro Delgado (unas 15 veces por retransmisión): ¡Se fue a mil por hora! 


Al principio se rodaba por buena carretera, no era muy estrecha pero como eramos bastantes corredores la cosa se complicaba. Típicos frenados, amagos y sustos. Una caída justo delante, al parecer sin consecuencias, provocaba un corte aunque por suerte logro esquivar tanto lo primero como lo segundo. Al llegar al grupo trato de no parar y remontar posiciones pero el pelotón me parece un muro de ladrillo. Sin comerlo ni beberlo estamos en la primera subida y veo, bueno, mejor dicho, no veo la cabeza. Toca aprovechar mi poco peso para remontar en la subida. Primero adelanto por los lados, luego voy cerrando huecos. Va gente por delante. Los puedo ver pero no sé si son escapados o un grupo grande. Así que al coronar doy ejemplo y pido colaboración, en ese momento pensaba que se me iba el corte bueno por delante, pero como podéis leer en la crónica de (precisamente el vencedor de la prueba), Jesús Ángel del Pozo en su blog, lo que iba por delante era una pequeña escapada que neutralizamos bajando.

La bajada pese a ser casi recta discurría por una carretera con asfalto descarnado, con protuberancias y otras ondulaciones imprevistas que casi no te dejaban tiempo de comer y ni de beber. Aun así, al ser bastante larga, hizo que el grupo fuera engordando y al final alcanzáramos a los escapados. 

La siguiente subida fue muy extraña. Seguimos por la misma carretera estrecha, rugosa y bacheada pero tras unos kilometros después de girar a izquierda le añadimos curvas. Muchas curvas. Más y más curvas. 

Nuevamente me viene la cabeza la voz de "Perico" y su: ¡Es que van a mil por hora! Más que subir, aquello era una montaña rusa. Subíamos esprintando como si fuera la meta, bajamos esprintando como si fuera la meta, tomabamos la curva cerrada como si fuera la última antes de la meta y volvíamos a ponernos de pie para esprintar como si fuera meta. Al menos yo tuve esa sensación. Con lo mal que bajo fue para mi una tortura. Cada curva pierdo metros, cada subida me exprimo a fondo para contactar. Se hace eterno. No tengo referencias. Se va quedando gente. Algunos frenan peor y luego recuperan como yo y otros al revés, me pasan en bajada y se quedan en el repecho. Pero al final el resultado es el mismo. Nos quedamos. 

Justo al coronar me empiezan a pasar los coches. Nunca son oportunos. Me pillan en las últimas curvas entorpeciendo mi desesperada persecución, pero cuando abre la carretera y se pasa a un buen asfalto y en recta sé que es el final. Estoy solo y pierdo la estela de los coches. Que rabia.

Al rato veo que otro corredor se acerca y, gracias a él, mantengo el tipo. Intento pasar relevo pero sé que no aporto mucho. Además en un cruce no nos avisan a tiempo y el compañero hace un recto. Le espero y seguimos. Vuelven las curvas. Algo de subida. Nos alcanza un grupo de unos 15 corredores. Pienso que al menos descansaré algo. Me equivoco. Se baja el ritmo y vuelve a ser mi compañero el que sigue tirando. Solo, casi. En cuanto tengo fuerzas adelanto y doy un relevo. Justo entonces escuchamos unos bocinazos. Curva cerrada. Motorista de la Guardia Civil parado. Vemos como bajan las vallas de un paso de trenes. No me lo puedo creer. Pie a tierra y a ver pasar un horrible tren de mercancías casi vacío. 

Recorte de la segunda subida o montaña rusa
como se ve en el perfil de sierra.
Volvemos a la misma situación mientras llegamos a la última subida puntuable del día. Enseguida 5 ó 6 se desmarcan. Cierro el hueco que deja el compañero que ha venido tirando casi todo el tiempo y ahora se queda en la subida (que rabia). Nos quedamos la mitad del grupo. Hasta meta volamos (ya sabéis) a mil por hora y casi me quedo cortado. Hago gestos y pido que cierren el hueco. Alguno me recrimina que no lo cierre yo y le respondo. Son las cosas del directo. 

Al final recupero en cola haciendo la goma y hasta paso algún relevo en los últimos repechos. Y como no me pasan pues sigo. Y como no se abren para tomar las curvas de meta ya lo hago yo y así, casi sin querer esprinto (todo sea por el público) para acabar entre los 50 primeros (el 18 de M-30) y con la cadena fuera de la roldana y pensando que había roto algo. Menudo susto.

Una pena no mantenerme en el grupo de cabeza pero acabo contento, habiéndolo dado todo y descubriendo una zona muy bonita y disfrutona para la bici. Del Monasterio de Piedra ya mejor hablo otro día ^_^

Como siempre os dejo los datos de Strava y la clasificación oficial.

Por último felicitar a la Organización y a la Federación Aragonesa por una prueba estupenda en todos los sentidos, da gusto que dejen llegar a los corredores hasta 20 minutos después, y además que salgan en la clasificación hasta 108 participantes. Eso anima a la gente (al menos a los que como yo no acabamos delante normalmente), que al final hace falta para formar un pelotón. Aunque luego lleguemos como podamos a todos nos gusta acabar carreras, el buen ambiente y que nos aplaudan en meta. ¡Así que chapó!

2 comentarios:

  1. Muy divertida la crónica. Muchas gracias. Una pena que la fotógrafa no pudiese inmortalizar mi llegada, las fotos son espectaculares. Había curvas para regalar. No me extraña que la gente de por allí se agobie cuando le plantan en las interminables rectas de Castilla.

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    1. Gracias socio! Ya le dio rabia a la fotógrafa pero estaba difícil, las fotos han quedado muy pintonas porque he tenido que levantar mucho las sombras que había. Así que ya sabes, te toca ganar más y que estemos allí para verlo ;)
      Y lo de las curvas... madre mía, como ya he dicho para mi fueron un infierno, peor que las rectas castellanas ejjeje

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